Un banquete erótico.
Este artículo explora la dinámica sexual y psicológica en una relación heterosexual. Sin embargo, en las relaciones entre personas del mismo sexo y otras relaciones no heterosexuales, estas dinámicas aún pueden aplicarse. Una parte de la pareja, también puede "representar" un género diferente.
Todo está en el tiempo.
Me frustra que, cuando se trata de placer íntimo, la sociedad a menudo considera que los hombres están interesados en una sola cosa: el sexo. El comentario que más escucho de mis pacientes, es la falta de tiempo y de imaginación de los hombres en los juegos previos a tener relaciones sexuales.
Sin duda, a la mayoría de los hombres les encanta el sexo con penetración, ya sea con una mujer o con otro hombre. Desde una perspectiva biológica y antropológica, el coito regular es lo que los hombres están programados para buscar. Durante cientos de miles de años como cazadores-recolectores, la función principal del homo sapiens fue sobrevivir y reproducirse para asegurar la supervivencia. Los procesos para lograr esto, están profundamente arraigados en los humanos, incluso en la actualidad. Sin embargo, esta antigua estrategia reproductiva a menudo entra en conflicto con el estilo de vida, la cultura, la moralidad y los sistemas de creencias actuales, hoy en día, la expectativa de la monogamia sexual, entra en conflicto con el millón de años de evolución de la biología.
Hasta en la prueba de ADN, un macho no podía, saber con absoluta certeza, que había engendrado descendencia, por lo que la naturaleza ha personificado al macho con un sentido inconsciente de urgencia sexual, lo cual que hace que busque hembras receptivas y aproveche todas las oportunidades disponibles para fecundar. En consecuencia, los hombres se excitan fácilmente, tienen relaciones sexuales rápido, luego se duermen, se recuperan y están listos para hacerlo de nuevo, ¡a veces en una hora!
¡Más despacio, amigo!
Compare esto con el ciclo de excitación natural de la mujer, este es más lento e involucra procesos tanto fisiológicos como psicológicos. Para ella, el sexo no es una maravilla de un solo golpe, sino es mucho más un esfuerzo estratégico y por supuesto, placentero. La naturaleza requiere que la mujer busque múltiples parejas sexuales para garantizar una biología coincidente y al mismo tiempo, maximizar el apoyo y la protección a largo plazo. Por lo tanto, entre con más hombres tenga relaciones sexuales, mayores serán las posibilidades de elegir la compatibilidad biológica adecuada y tener un hijo sano. Y siendo que ninguno de los machos sabe si son el padre biológico real, todos tienen un interés personal en cuidar de ella y de la descendencia. En una sociedad de cazadores-recolectores, esto creó una comunidad primordial notablemente cohesiva e interconectada, donde todos los machos protegieron a las hembras y a los crías de la posibilidad de que uno de los hijos portara sus genes.
Los juegos previos importan, ¡mucho!
Sin embargo, dado que ahora vivimos en una sociedad predominantemente sexual y emocionalmente monógama, este marco de tiempo primordial ya no funciona y el resultado es que muchas mujeres ahora dependen de la agenda, las habilidades sexuales y los atributos de un solo hombre. No es raro que el 75% de mis pacientes, expresen su frustración por la falta de juegos previos que reciben antes del sexo. Si su pareja masculina no ha invertido en expandir su marco de tiempo de excitación sexual para que coincida con el de la mujer, esto a menudo conducirá a la decepción, esto en el mejor de los casos y en el peor, a la falta de excitación y un orgasmo áspero para la mujer. La educación sexual deficiente, la experiencia sexual limitada o el egoísmo meramente sexual, son a menudo las razones por las que se critica a muchos hombres por su falta de creatividad y confianza en los juegos previos.
Un cóctel de conexión.
Hay mucho más en la sexualidad que solo impulsos reproductivos. Cuando las mujeres y los hombres, son tocados y excitados, sus cuerpos producen un cóctel de hormonas y neurotransmisores: oxitocina, testosterona, vasopresina, dopamina y la menos conocida kisspeptina, este cóctel químico, está diseñado para despertar y estimular tanto la mente como el cuerpo. La forma en que esto se logra en los hombres, es a menudo inicialmente a través de la estimulación visual y el tacto, particularmente en el tacto erótico. Puede ser una sorpresa, pero muchos hombres disfrutan del contacto físico íntimo tanto como del sexo con la penetración en sí, si son honestos. Muchos hombres no pueden desempeñarse sexualmente con tanta confianza como quisieran si no sienten una conexión cercana con su pareja (ya sea mujer, hombre o cualquier otro género).
Entonces, ¿por qué muchos hombres no invierten tiempo en aprender como tener mejores juegos previos? Porque, irónicamente, los hombres tienen miedo a la desaprobación y solo hacen lo que les resulta fácil: sexo con penetración. Paradójicamente, permita que un hombre amplíe y desarrolle su repertorio sexual y ¡sorpresa! Descubrirá todo un mundo de placer sensual del que nunca fue consciente.
El placer universal del toque íntimo.
El conocido dicho "las mujeres tienen un umbral de dolor más alto que los hombres" es parcialmente correcto. Los desafíos fisiológicos del cuerpo femenino durante el parto y los consiguientes mecanismos hormonales, lo hacen necesario. Por el contrario, puede ser que los hombres tengan un umbral de sensación de placer más bajo que las mujeres. Los desencadenantes para excitarse, son en el hombre, más rápidos que en la mujer.
He observado que en miles de masajes sensuales en hombres y mujeres, en lo que se refiere a la excitación, los cuerpos masculinos generalmente reaccionan y se despiertan más rápido al tacto que en los cuerpos femeninos. Cuando le doy un masaje sensual a un hombre, después de 5 o 10 minutos, veo y a menudo escucho, evidencia de excitación. Cuando le acarició la espalda, le rasco las nalgas o la parte interna de los muslos o masajeo su cuero cabelludo, se libera oxitocina, lo que genera una respuesta espontánea que hace que emita sonidos y movimientos placenteros y muy rápidamente se desarrolle una erección. Además, acariciar suavemente sus testículos también dará una respuesta fantástica, ya que esa parte sensible y preciosa del cuerpo masculino, parece estar conectada directamente con el cerebro que, cuando se toca, provoca una oleada de hormonas aún más poderosa, dándole un efecto increíble de sentimiento de confianza y conexión.
A medida que se desarrolla el masaje, las hormonas y neurotransmisores inundan el cuerpo, su respuesta al tacto se vuelve aún más evidente, al igual que su necesidad de conexión. Su mano al tacto, no es un enfoque sexual depredador, sino más una necesidad de conectarse y sentir aprobación. Pídale que describa este sentimiento y a menudo, se expresarán adjetivos como íntimo, seguro, natural y confiado.
Sexualidad social.
Cuando un hombre siente esta aceptación y aprobación, naturalmente se excita aún más. Desde una perspectiva reproductiva, si un macho no es aceptado sexualmente por una hembra, entonces no tendrá la oportunidad de reproducirse y sus genes no se transmitirán. Ser tocado o que el contacto sea aceptado es en esencia, el primer paso para asegurar su línea genética. Entonces chicos, explíquenle a su esposa, novia, pareja, masajista, escort, etc., que les gusta que los acaricien, que les hagan cosquillas, que los toquen y masajeen. Explíqueles por que es importante para ustedes el contacto y no me refiero a que los acaricien como depredadores, sino un contacto tierno y significativo para ayudarlos a sentirse aceptados.
¿Qué tan malo es malo?
Cuando realizo talleres de masaje sensual grupal en vivo, les hago esta pregunta a los participantes masculinos y femeninos: "si tuvieran la opción de recibir una mala masturbación de clítoris de su pareja masculina o ninguna, ¿cuál elegirían?" Por lo general las mujeres responden, “nada de masturbación, si no se te lo hacen bien, mejor nada".
La misma pregunta formulada a los hombres da una respuesta muy diferente: "hmm, ¿qué tan malo es malo?" Es decir, cualquier caricia es una buena caricia. Estas dos respuestas destacan las diferencias fundamentales entre la dinámica sexual masculina y femenina. Las mujeres buscan ser deseadas, hazlo bien y esfuérzate, o no mejor no lo hagas, mientras que los hombres buscan aprobación. Ya sea por el tamaño de su automóvil, cuenta bancaria, pene, personalidad o contacto íntimo y confianza, la aprobación lo excitará.
El 95% de los hombres está de acuerdo con esta afirmación.
“El aspecto más importante de recibir un masaje sensual de otro hombre o mujer, es saber que esa persona está disfrutando al dar el masaje”. En otras palabras, su placer lo excita.
Lo fundamental: liberando energías sexuales femeninas.
Cuando le doy un masaje sensual a una mujer, la respuesta es mucho más lenta y tranquila. La mujer que muestra una reacción inmediata es la excepción. Por lo general, pasan aproximadamente 30 minutos después del masaje antes de que empiece a ver los efectos del contacto, incluso en ese punto, las respuestas son graduales. Tal vez algo de movimiento y sonidos, pero no es hasta que tiene lugar la estimulación erótica completa que veo lo que llamo “The Flip” ("La respuesta"), cuando la recatada principiante explota en un animal erótico.
Otra vez, esto es evidencia del efecto de la oxitocina, lo cual en el cuerpo femenino actúa de manera distinta, estimula la excitación, pero al mismo tiempo, aumenta su conciencia - un sentimiento de "Me gusta lo que estás haciendo, pero primero déjame que te mire". Cuando esto pasa, mi contacto es aceptado y ella se siente segura y confiada, su decoro del siglo XXI pronto la abandona, la precaución desaparece y sus energías primarias explotan.
Métase en su cabeza y libere su cuerpo.
Que nunca se diga que las mujeres son menos sexuales que los hombres. En mi experiencia, la forma en que hombres y mujeres disfrutan de la excitación sexual es totalmente diferente. Para convertirse en un compañero sexual experto con alguien del sexo opuesto, intente pensar como lo haría esa persona.
Las mujeres nunca deberían reprimirse, no se incomode al pedirle orientación, decir que le gusta, como le gusta. Cuanto más curiosa y espontánea sea una mujer, más excitado se pondrá el hombre, cuanto más disfrute ella, más placentero será para él. Pero nunca dé algo porque sienta que tiene que hacerlo, ya que se dará cuenta de ello y lo apagará. Solamente ofrezca lo que disfrute dar y demuéstrele que le da placer, incluso hasta el punto del orgasmo.
Al dar a una mujer, un hombre indudablemente debe respetar y mantener los límites que ella pueda tener, pero nunca pedirle orientación. Evite comprobar constantemente que está bien, ya que esto puede ser una falta de deseo o incluso debilidad. Quiere que explore e inspeccione su cuerpo, que la lleve a un viaje de sorpresa erótica. Hágala sentir deseada y anhelada, pero siempre capaz de decir que pare.
¿Por qué aprender a dar un masaje sensual?
He enseñado a más de 500 hombres y mujeres a dar masajes sensuales a sus parejas. Heterosexuales, bisexuales, homosexuales, lesbianas y más: muchos han venido a mí pidiéndome que les enseñe las habilidades para retardar el acto sexual, para expandir y explorar más placer, tanto para su pareja como para ellos mismos. El masaje sensual es el camino perfecto para usar como base y conducir a un viaje erótico, antes de que tenga lugar el sexo con penetración, ya sea entre parejas o como método para expandir una relación sexual al traer a una tercera persona u otra pareja. Tener el uno con otro contacto erótico sensual, puede ser inmensamente satisfactorio, hasta el punto que la penetración no sea lo principal. En otras palabras, se puede divertir manteniendo algunas áreas intocables para el individuo o la pareja, hasta que estén listos para llegar muy lejos.
Texturas y sabores eróticos.
Piense en el masaje como la mesa sobre la que se coloca el banquete, los platos en la mesa son las técnicas y sensaciones eróticas que se pueden explorar. Como si estuviera explorando un buffet erótico, uno puede elegir que incluir y disfrutar de acuerdo con el apetito sexual y el hambre del momento, ¡la carne asada no tienen que comerse siempre!